Adiós al casino Trump Plaza de Atlantic City

Adiós al casino Trump Plaza de Atlantic City

El Trump Plaza Hotel & Casino, uno de los hoteles-casino más emblemáticos de Atlantic City (Nueva Jersey), que fuera propiedad del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, fue derruido finalmente ayer miércoles.

El Hotel & Casino se ha mantenido como una de las monstruosidades arquitectónicas más irritantes de la ciudad, ocupando un valioso espacio frente al paseo marítimo pero sin ofrecer ningún uso útil.

Inaugurado en 1984, el Trump Plaza Hotel & Casino se convirtió en el décimo casino de Atlantic City. En sus inicios, prometía grandes ganancias en sus juegos de casino, la visitas de importantes personalidades y espectáculos de clase mundial, como por ejemplo el campeonato de boxeo de los pesos pesados.

El Trump Plaza fue el primero de los tres casinos que poseyó The Donald en Atlantic City antes de que la mala gestión los arruinara y fueran declarados en quiebra. Finalmente, el casino se cerró de manera definitiva en 2014, aunque Trump había cortado lazos con el establecimiento algunos años antes (2009).

En 2016, ya en bancarrota, fue adquirido por Carl Icahn, prestigioso empresario e inversor norteamericano, que nunca expuso al público sus planes para el lugar que finalmente ya no ocupa el edificio.

Debido a que el edificio se encuentra a escasos metros de la costa y a su nulo mantenimiento, se ha ido deteriorando a una velocidad tan grande que incluso elementos que conforman su arquitectura habían comenzado a desprenderse.

El colapso del edificio llegó a las 09:00 de la mañana (hora local) tras la detonación de una importante cantidad de explosivos, que lo transformaron en una gran montaña de escombros y polvo.

El alcalde de la ciudad, Marty Small, ha dicho que espera que Icahn pueda desarrollar un espacio ideal para familiar que complemente al nuevo parque acuático cubierto que está planeado construirse en una zona anexa. Por último, señaló que se trata de la mejor localización de Atlantic City, por lo que es una oportunidad fabulosa que la ciudad no debe desaprovechar.